Domingo 28 de octubre de 2012Diario Popular

Un país generoso

Buenos Aires, 28 de octubre de 2012 - Hay pocos crímenes tan repugnantes como la violación. Delito terrible aun cuando la víctima salga con vida de ese atropello repelente, si el violador además de violar, asesina, comete una atrocidad sin retorno.

Si además de violar y matar, el violador es serial, un reincidente, ¿cómo aceptar que pueda ser excusado o galardonado con atenuantes? En la Argentina, sin embargo, una casta de magistrados ebrios de aparentemente modernas teorías que excusan de todos sus delitos a los criminales más torvos, siguen haciendo de las suyas y hasta gozando de apoyo político. 

‘Dijimos que el juez Axel López iba a volver a liberar a un violador y lo hizo, otra vez’proclamaron los padres de Soledad Bargna. Soledad fue asesinada por un violador liberado en 2009 por ese mismo juez que dejó libre a otro violador acusado de matar días atrás a Tatiana Kolodziez. Tatiana había sido ‘golpeada, violada y estrangulada’, según el informe preliminar de la autopsia del cadáver de la chaqueña de 33 años, encontrado en las afueras de Resistencia, Chaco. El escándalo es que el fiscal de Ejecución Penal, Jorge Andrades aseguró que un informe forense realizado en agosto último sobre el asesino excarcelado admitía ‘riesgo de reincidencia’, por lo que se había opuesto a la libertad de Juan Ernesto Cabeza ‘porque el informe médico forense decía que había serios riesgos de que reincidiera’. Axel López tenía otra ideología: en septiembre le otorgó la libertad condicional. Tras el homicidio, fue detenido este chofer de remís de 52 años y con antecedentes por abusos sexuales. Había salido de la cárcel 25 días antes beneficiado por López. 

López es él mismo un reincidente: ya otorgó salidas transitorias a Marcelo Pablo Díaz, condenado por el asesinato de Soledad Bargna en 2009. Cabeza tenía una condena de 25 años por cuatro violaciones. Entre bueyes no hay cornadas: según recordó el padre de Soledad, Guillermo Bargna, el Consejo de la Magistratura que tramitó el juicio político de López, lo exculpó por 13 votos a 1, considerando que ‘no había hecho nada malo’.El Consejo de la Magistratura dijo que técnicamente había actuado bien ¿por qué iba a cambiar?’, agregó Victoria Bargna, la mamá de la chica. Hay, claro, un problema “técnico”: López actuó formalmente bien porque la ley 24.660 (sobre pena privativa de la libertad) lo autorizaba. Pero para los padres de la joven martirizada, el juez López toma el verbo ‘poder’ como ‘deber’ y libera sí o sí a todos los que cumplen dos tercios de las penas. 

Pero el caso de este juez López no es aislado ni excepcional. Además del caso de Tatiana, en otros dos los casos este magistrado se apiadó de los violadores. Respecto de Díaz, asesino de Bargna, que cumplía condena de 12 años el juez reconoció que ‘sólo leía algunas de las cientos de causan que arriban a diario a su despacho’, pero luego confesó sentirse ‘destrozado’ y ‘responsable’ al enterarse de que ese sujeto era señalado como principal sospechoso de ese asesinato. El 14 de junio de 2010 le concedió salidas transitorias a Ernesto Gabriel Gómez, condenado a 16 años de prisión en 2001 por el asesinato de Miguel Lecuna, marido de la actriz Georgina Barbarossa.

Se trata de la misma familia de cuestiones que salieron a la luz cuando se descubrió que el Tribunal Oral Federal nº 20 (TOF 20) había autorizado en varias oportunidades salidas del ex bateristas de “Callejeros”, Eduardo Vásquez, aun antes de que fuera condenado por el citado tribunal por asesinar a su esposa. Los miembros de ese tribunal (Luis Fernando Niño, Patricia Mallo y Pablo Laufer) alegaron el año pasado que autorizaron a Vásquez a participar de supuestos “eventos culturales” por estar persuadidos de que el “legajo de personalidad” del asesino era bueno.

Vásquez está preso en la cárcel de Ezeiza por el asesinato de su esposa, Wanda Taddei, a la quien le prendió fuego ocasionándole heridas que provocaron su muerte. Niño y sus colegas dijeron que se trataba de participar de “eventos culturales”. Eran actos organizados por la agrupación abolicionista Vatayón Militante, creada por militantes kirchneristas. Niño y los otros dos jueces dijeron que el permiso se extendió ante un requerimiento de “las autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF)”, como si ellos no tuviesen, como jueces, responsabilidad. El SPF fue colonizado por el Vatayón Militante. Sin pestañear, Niño y los otros dos jueces alegaron que “lo acontecido con el referido Vásquez se encuentra dentro de los cánones de tratamiento de las personas privadas de su libertad, en los términos de la ley 24.660 (de ejecución penal)”. 

Fue en junio de 2011 que Niño, Mallo y Laufer habían condenado a Vásquez a 18 años de prisión por quemar viva a su mujer. Para dejarlo salir a los eventos, señalaron que “el referido (Vásquez) registra conducta ejemplar (nota 10) en los últimos tres trimestres calificados”. Antes siquiera de condenarlo a esos 18 años de cárcel, estos tres conmovidos jueces le habían concedido al ex baterista de “Callejeros” nada menos que cinco permisos para salir del penal de Ezeiza y unirse al Vatayón Militante. La decisión de este tribunal estuvo en sintonía con el pensamiento de Cristina Fernández: para ella, que sujetos como Vásquez participen de esos actos “culturales”, es una herramienta de “resocialización”, aunque admitió que debe haber una autorización judicial de por medio y que el tenor de las actividades debe ser “cultural”, “no actos políticos”. Pero para Niño y sus compañeros del TOF 20 los actos del Vatayón Militante eran actividades culturales.

Generoso país la Argentina. Violadores seriales excarcelados por su “buena conducta” siguen violando y matando. Jueces enternecidos siguen convencidos de que con castigar no se soluciona nada. ¿Las mujeres? Eternamente victimizadas. ¿Los informes penitenciarios? Siempre “está todo bien”. La “resocialización” es muy deseable, pero altamente cuestionable. Además, los juzgados están colapsados por la cantidad de casos, por lo cual los magistrados ni tienen tiempo de leer las causas. Gente peligrosa es puesta en la calle, una sensación de sempiterna impunidad.

© pepe eliaschev 
Publicado en Diario Popular

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